Hablar de mi como pescador es una tarea que no se me antoja fácil, pues yo no me considero un buen pescador, quizá eso sí, que tengo suerte o voy mucho (como dice mi amigo Chirivella), me limitaré a contaros mis comienzos y donde me encuentro en estos momentos.
Fue a principios de los años 70 cuando todo estaba sin esquilmar aun , aquella primera caña de bambú oscuro que me compró mi padre fue el comienzo de una aventura en la vida , creo que desde ese momento hasta ahora nunca he dejado de pescar , de una forma o de otra siempre he estado a pie del agua , primero corcho , después surfcasting durante muchos años , pero la ausencia de capturas decentes me hizo plantearme hace ya unos 12 años mi forma de pescar , internet y los foros de pesca terminaron de ejercer su labor y el salitre empezó a correr por mis venas de una manera brutal , así que con un modesto equipo , unos cuantos señuelos que ni siquiera sabía cómo funcionaban me colgué la mochila al hombro y salí a patear las costas que tanto conocía , por la noche devoraba páginas de internet y foros hasta que me dolían los ojos.
Poco a poco todo empezó a encajar, llegaron las capturas, cada vez más asiduamente, el estar tanto tiempo enfrente del mar te hace empezar a entender un poco como actúan los peces, cuales son las mejores épocas, los mejores sitios y que señuelos usar en cada momento, confieso que me costó mucho trabajo arrancar con mi primera captura, pero me di cuenta que si seguía probando cosas al final tendría mi recompensa.
Algunos años más tarde me pregunto como pude aguantar tanto tiempo sin tener una mísera captura.
Al poco ya empezaron a llegar a mis manos señuelos más “técnicos”, y más caros claro, mas material, mucho material, miles de euros empleados en lo que para mí aparte de un deporte se ha convertido en parte de mi vida, cientos de señuelos han pasado por mis manos, muchos se han quedado en el camino arrumbados en un armario de casa, otros siguen dándome alegrías casi cada día que salgo a pescar.
Ahora ya sabéis como empecé en esto de la pesca , sigo adelante pateando costa , alguna vez embarcado (pocas) , y creo que mientras la salud y mi cuerpo aguante seguiré ahí , tirando mis señuelos a ese mar castigado , viendo amanecer encima de una piedra , anochecer en un espigón , soñando con el pez de mi vida.
Una de las cosas más importantes que me ha dado la pesca ha sido conocer a grandes personas, grandes amigos que siguen como yo envenenados en este arte que es la pesca con señuelos artificiales, vaya mi dedicatoria y reconocimiento con estas líneas a todos ellos.
Gines Conesa