DOCUMENTALES EN VÍDEO DE CAZA Y PESCA

Señuelos al agua

Suena el despertador, y con ansias me levanto con todo preparado para salir hacia el puerto e ir calentando motor y arranchando el barco, zafamos cabos y ponemos rumbo al pesquero mientras, vamos preparando las cañas, el frío entumece los dedos, algunos nudos no salen bien, no sé si debido a la temperatura, o a los nervios.

Miro hacia atrás y a media que el frío desaparece, me encuentro con estas vistas, precioso amanecer, esos que te alegran al instante y te hace sentir que hoy va a ser un buen día.

Suena un pequeño pitido… es el GPS avisando la llegada al pesquero.

Sondeamos y damos varias pasadas, muestra mucho cardumen de peces pero no de gran tamaño. Decido echar un señuelo… dándole vida con movimientos de caña para atraer a algún depredador y así poder engañarle, clavarlo y disfrutar de la lucha pero no hay suerte y tras varias pasadas negativas decidimos poner rumbo a otro pesquero. Este ya me había dado alguna que otra alegría anteriormente.

Vuelve a sonar ese familiar pitido, me acerco, reduzco velocidad y empiezo a sondear de nuevo… de momento nada, pero al revirar la embarcación sale una mancha muy espesa y agolpada.

Me pone un poco en alerta, paro el motor y miro fijamente la sonda y de repente aparecen unos ecos y eso sí, son peces grandes.

Empieza a recorrerme un cosquilleo interior, así que posiciono la embarcación y SEÑUELO AL AGUA.

Comienzo a bombear una y otra vez dando vida al señuelo, pero de momento nada… otra pasada más, el cardumen está cada vez más apretado y mi nerviosismo aumenta por segundos.

A la cuarta pasada noto un tirón en la caña pero de suelta y me hace casi llegar al enfado, pero con las mismas, sigo animando el señuelo cuando… ¡ZAS! Parada en seco y se libera la bestia…

Arrancadas de infarto, vaciados de carrete poniendo al límite un equipo de light jiggin, tocando el carrete para graduar la tensión del freno noto la temperatura de la bobina y esa salida incesante de hilo…

Cuando casi creí que lo tenía vencido y casi recuperar toda la línea vuelve con otra poderosa arrancada en su afán de huir y vuelve a vaciar carrete, pero le gano la batalla y logro subirlo a bordo.

Mi cara describía mi estado, exhausto pero súper feliz, increíblemente feliz. Mi primer pez limón.

Terminada una mini fiesta de elogios, vuelvo a dejar caer el señuelo, insistiendo varias pasadas más, pero sin éxito en picadas. Volvemos navegar poniendo rumbo a otros pesqueros pero sin suerte.

Cayendo la tarde y aun con la satisfacción en el cuerpo, el mar no deja de sorprenderme en total plenitud.

Sigo intentando para aprovechar la caída de la tarde con una suave brisa que acariciaba nuestras caras y en un silencio conmovedor, con solo el ruido del mar al chocar en el barco rompía la monotonía.

Desisto y pongo rumbo a puerto con la alegría de haber podido luchar con un animal tan bonito y poderoso, como el pez limón.

El día no dejaba de sorprenderme y para finalizarlo me hipnotiza con una preciosa puesta de sol.
Y hasta aquí un precioso día de pesca, donde la emoción y la satisfacción se unen formando un perfecto binomio de placer.

Abrahan Callado

Recibe nuestras novedades y ofertas exclusivas en tu email
Es GRATIS y tardarás unos segundos
ME INTERESA

2 comentarios en «Señuelos al agua»

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Recibe nuestras novedades y ofertas en tu email 

Es GRATIS y tardarás unos segundos
ME INTERESA
close-link
Recibe nuestras novedades y ofertas exclusivas en tu email
Es GRATIS y tardarás unos segundos
ME INTERESA
Cerrar
ANTES DE IRTE
¡AYUDANOS
A MEJORAR!
Responde a unas sencillas preguntas
*No recogemos datos personales
close-link
¿Te gusta SENDEROS?
¡AYUDANOS A MEJORAR!
Responde a unas sencillas preguntas
*No recogemos datos personales
close-link